Llegan momentos a nuestras vidas en donde pensamos que salir corriendo o darnos por vencido es la solución. Pero ¿te has detenido a preguntarte por un instante si valdrá la pena detenerte y poner ese signo de PARE en tu vida? La respuesta que te envía el cielo es: NO TE DETENGAS. Dice la palabra de Dios en Salmos 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento. Dios es un Dios de palabra y lo que me gusta de este versículo es que no importa la situación que estés pasando su fidelidad hacia a cada uno de nosotros estará siempre presente en nuestra vidas y sabiendo que contamos con la asistencia de Dios es una razón suficiente para continuar avanzando tomados de Su Poderosa Mano.
¡No! No vale la pena que PARES y te DETENGAS por lo que sucede en tu vida o tu alrededor; al contrario, es en ese momento difícil cuando más te llenas de esa fuerza de Dios para poder SEGUIR. El no detenerse y seguir hacia adelante provocará algo maravilloso, ya que producirá CRECIMIENTO, producirá PROMOCION en tu vida y LLEGARAS al DESTINO que Dios DISEÑO desde mucho antes que nacieras. Lo que vez ahora no será para siempre. Y como dice el salmista: “No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo…” Dios está presente en todo tiempo pues así te lo ha prometido, y si Él está presente eso es lo que importa. El te dará ese aliento e impartirá nuevas fuerzas para que continúes caminando y puedas llegar hasta el final de tu jornada. Nunca olvides que aquellos que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.
Romanos 8:28. Por ende, todos estos procesos solo te están formando y obrarán en tu favor. Escucha hoy esa voz celestial que te repite: ANIMATE, LEVANTATE, CAMINA Y NO TE DETENGAS…aun tienes vida y fuiste diseñado para conquistar, para alcanzar y tu PROPOSITO está a punto de cumplirse. No abandones la ruta a tu victoria.
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Por: Ada E. Vázquez-Colaboradora RLM